Cuento

En una casa abandonada  estaban el esqueleto, la muerte y la llorona. Esperando que su presa venga. De repente algo se movió y escucharon un ruido. Era un pequeño y lindo conejo. La muerte dijo ese conejo es mío, pero el esqueleto grito  ¡NO ¡ yo lo vi primero. La muerte tomo su hoz y ataco al esqueleto. Él lo esquivo, atrapo a la muerte y la ato a una silla. Mientras la llorona tomo al conejo y mirando al esqueleto dijo _ Vamos nos de viaje con el conejo. Y se fueron en un auto roto, oscuro y lleno de sangre al cementerio del Mar Del Plata. Cuando llegaron al cementerio con la hoz que le había quitado a la muerte y lo cocinaron en un fuego después de comer se encontraron con la sorpresa de que los huesos del conejo estaban vivos. Ya adoptaron al conejo esqueleto de mascota los tres juntos en el auto viejo y feo volvieron a la casa abandonada. Allí estaba la muerte preparando un festejo, con pastel de cucaracha, caramelo de ojos de serpiente, decoración de murciélagos y jugos de sangre.

Los cuatros juntos comieron, tomaron, festejaron y juraron al juego de la muerte.