Un día Damián, Félix y Santi fueron a comer medialunas a una cafetería muy chiquita. En esta cafetería vendían las medialunas más grandes y rellenas del mundo. Cada uno se comió doce y quedaron muy gorditos.
Cuando quisieron irse Damián no podía pararse, Félix no pudo pasar por la puerta y Santi se había quedado dormido sobre la mesa.
Cuando anocheció, sus padres comenzaron a buscarlos por todos lados. Cuando los encontraron, los retaron, les hicieron chas chas en la cola y les hicieron prometer que iban a comer comida saludable como zanahoria, lechuga y tomate.
Mili, Yanín, Daiana, Alan, Nicole y Aldana
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